
Diferencias de uso entre Telegram y WhatsApp
Durante las últimas semanas hemos podido ver los ataques silenciosos que WhatsApp ha ido realizando a Telegram y, sus diferencias en cuanto a nivel funcional pero, vamos a revisar a continuación las diferencias en condiciones y uso. La diferencia fundamental de entrada es que, mientras que WhatsApp tiene unos términos de uso, es decir, la información legal de cualquier servicio, en Telegram encontramos las típicas preguntas frecuentes (FAQ´s) que disponen de la información general que suelen tener unos términos legales. Vamos a hacer un resumen rápido de las principales diferencias entre ambos servicios.
Edad.
En WhatsApp se especifica que se debe ser mayor de 16 años para utilizar el servicio (y que si detecta un uso o información de menores de esa edad, desactivará esas cuentas), en Telegram no se especifica ninguna edad límite.
Tipo de uso aceptado.
WhatsApp es bastante claro: su servicio es para usarse únicamente de forma personal, no puede realizarse ningún tipo de uso comercial, sin embargo, en neustro día a día recibimos ya mensajes por parte de comercios, empresas, entidades que lo utilizan como medio de comunicación y publicidad.
Ganancias económicas.
WhatsApp recauda una media de 1€ de cuota anual, importe que muchas veces no se cobra y, que en otras ocasiones, es suficiente con pagar una vez para tener una suscripción de por vida. Telegram sin embargo es gratuito: su creador es millonario y asegura que nunca cobrará ni meterá publicidad. Si algún día necesita capital, recurrirá a donaciones o a micropagos por funciones adicionales.
Cambios en las condiciones.
WhatsApp deja claro que puede cambiar sus condiciones cuando desee y que el usuario no será notificado de ello, así que será su responsabilidad revisarlas periódicamente.
Confidencialidad.
WhatsApp no la garantiza para sus contenidos y conversaciones intercambiadas, pese a que desde hace un tiempo ya cifra los mensajes. Telegram, en su apartado sobre privacidad habla de “nunca compartirá nuestros datos con nadie”.
¿Borrado de mensajes?
Utopia.. Ni Snapchat se salva. WhatsApp deja claro que cuando “eliminamos” mensajes, en realidad sólo los estamos ocultando a nuestra vista. Telegram se refiere a este apartado cundo habla de que “sólo almacena los datos esenciales para que la aplicación funcione bien”, y eso incluye los mensajes de las cadenas, así que sí son almacenados incluso si los borramos. Solo cuando tanto quien recibe como quien envía borra el mensaje, desaparecen estos permanentemente de los servidores. Sí quedan excluidos los chats secretos, con cifrado de punta a punta y borrado automático. Estos sí se borran definitivamente.
Responsabilidades.
WhatsApp no quiere saber nada de lo que enviamos a través de su servicio. Es algo que lógicamente escapa a su control y por tanto cualquier enlace o contenido ilegal compete al usuario, no al servicio. Telegram argumenta lo mismo, ya que “todos los chats y grupos son privados y de sus participantes”, así que el servicio no responderá a demandas o peticiones en torno a ello. Sí se responsabiliza de los canales, los bots o los stickers, ya que forman parte de algo disponible públicamente, y solicita a quienes detecten contenido sospechoso que escriban a abuse@telegram.org contándolo.
Servicio cerrado.
WhatsApp es un servicio completamente cerrado y no permite utilizar de ninguna forma su imagen ni mucho menos su (privada) documentación para desarrollar clientes de terceros. Esto tampoco incluye a las aplicaciones que usan su logo o nombre para anunciar integraciones o servicios extra. Telegram es un proyecto abierto que hace pública su API, su protocolo y su código, y anima a usarlo para llegar donde el propio Telegram no llega. Gracias a ello los usuarios de Windows Phone, por ejemplo, tuvieron la opción de utilizarla.
En nuestra redacción utilizamos Telegram por comodidad, rapidez y, otra serie de ventajas que ya detallaremos. ¿Usas las dos aplicaciones? ¿Cuál es tu favorita?