
Aplicaciones de vigilancia para menores, ¿seguridad o paranoia?
Recientes estudios reflejan que medio millón de familias, siendo un tercio de ellas españolas, utilizan algún tipo de aplicación para controlar a sus hijos. DondeESta es una aplicación de origen barcelonés creada en 2009 por el empresario Pol Gerbeau tras una tarde ayudando a buscar al hijo de una vecina.
Los menores en muchos casos lo encuentran una invasión a la intimidad y, en realidad lo es.
Ahora mismo, a través de nuestros Smartphone y teniendo nuestro hijo otro dispositivo móvil o bien un tipo de pulsera especial, podemos comprobar en cada momento dónde se encuentra el menor si se hace tarde, recibir un aviso de cuándo llega o se va a casa o del colegio e, incluso, revisar el historial de movimientos durante días.
En EEUU y la Unión Europea se alcanza ya la cifra de 50 millones de padres que “vigilan”, y se convertirán en 70 millones en 2016. En España ya son casi un millón de familias y se duplicará la cantidad en 3 o 4 años.
Aplicaciones como DondeEsta Family, LIfe360, RutaSegura, Nearparent, I´m OK, Family Locator,… deben instalarse tanto en el móvil del hijo como del padre y, la mayoría son gratuitas aunque con un uso limitado. Suelen tener su versión de pago (con un coste entre 5 y 25€) con herramientas más completas como localización en tiempo real o distintos tipos de alarmas cuando los niños salen de las zonas consideradas como seguras.
Para niños más pequeños que aún no disponen de smartphones, los padres preocupados dispnen los relojes inteligentes y las pulseras infantiles que se conectan igualmente con sus teléfonos móviles. Tal es el caso de Filip, un smartwach para lo más pequeños de la casa (dirigido a niños de entre 4 y 11 años y que acaba de presentar Telefónica).
Otros dispositivos de muñeca o de bolsillo son Tinitell, HereO, Pocketfinder y Lineable. Las aplicaciones más conocidas son:
- Life360: Que incluye localización en tiempo real y alarmas que saltan cuando el niño sale de determinada zona.
- DondeEsta family: Creada en 2009 en Barcelona y que permite revisar el historial de movimientos durante días.
Filip: El reloj digital que proporciona Telefónica y que permite geolocalizarlos por GPS con el móvil de los padres y por triangulación de Wi-Fi.
Algunas de estas aplicaciones (y padres) van más allá y revisan tanto mensajes, whatsapps, llamadas y webs visitadas. Algunas de ellas no son detectables por el “vigilado”, incluso las hay que activan en remoto la cámara del móvil para poder visualizar el lugar en el que se encuentra su hijo y, la compañía del menor. Algo muy parecido al espionaje.
Como en todo, depende de la necesidad de uso y para determinar si es un mal o un buen uso. Niños pequeños que deben pasar tiempo solos, excursiones con algún riesgo, menores con algún tipo de discapacidad que puedan desorientarse.
Diferenciar entre el espionaje y el control parental se basa también en el conocimiento por parte de los niños de la instalación de estas aplicaciones, algo que los expertos recomiendan así cómo pactar sus límites. El buen o el mal uso de este tipo de aplicaciones y, recurrir o no a utilizarlas depende en todo caso del tipo de educación de cada casa.
Los padres controladores que piensan que deben asegurarse de que no pase nada, usarán esta tecnología para estar seguros ellos mismos. En las relaciones basadas en el diálogo y la confianza, se transmitirán ciertos valores durante la educación del niño que harán que no sea necesario el uso de estas aplicaciones o, no sea tan exhaustivo.