
MacBook Pro 13″ con chip M1 de Apple, análisis y opinión tras más de 3 meses de uso

Hoy analizamos el MacBook Pro con chip M1 de Apple lanzado a finales de 2020 tras más de tres meses de uso intenso.
El objetivo del video es señalar las diferencias frente a otros dispositivos como el iMac, el MacBook Air y el iPad Pro, todos ellos con chip M1. Además, queremos saber si es realmente un producto enfocado a profesionales y si merece la pena comprarlo actualmente.
El diseño no es que resulte familiar sino que es absolutamente el mismo al modelo Intel. Una excelente construcción en aluminio en la cual se integran todos los nuevos componentes más la pantalla. Tenemos la misma disposición de puertos, con un Jack en la parte derecha para conectar unos auriculares y dos puertos USB-C en la parte izquierda para conectar una pantalla externa, un disco duro o cargar el ordenador. El peso continúa siendo de 1,4Kg, bajo mi punto de vista la competencia está ya lanzando ordenadores muy interesantes con un menor peso, por lo que quizás este diseño y peso han funcionado durante años pero pienso que ha llegado el momento de evolucionar.
La pantalla también sigue intacta, sus 13,3” ofrecen una calidad de imagen muy buena, aunque si la comparamos con la pantalla del nuevo iPad Pro con M1 de 12,9” veremos que el iPad tiene más resolución, mayor brillo y que además cuenta con la tecnología mini-LED por lo que podríamos decir que este iPad tiene mejor pantalla que el MacBook Pro. Pese a no ser ya la mejor pantalla podemos seguir disfrutando al máximo al editar contenido en Final Cut, edición de fotografías con la garantía de color gracias a la gama cromática P3 o simplemente navegando por internet donde la resolución de cada letra tendrá una nitidez extraordinaria. Como breve comparativa frente al MacBook Air únicamente los podremos diferenciar por el brillo, teniendo 100 nits más en el Pro. En mi experiencia ambas pantallas se ven prácticamente iguales, y tendremos que tener ambos ordenadores al lado para poder notar la sutil diferencia.
Algo que tenemos que tener muy en cuenta es que este MacBook Pro con M1 es únicamente compatible con una pantalla externa. En entornos de desarrollo o edición multimedia donde se suelen usar dos monitores este ordenador no tendrá cabida alguna, algo incomprensible ya que el modelo de Intel si que es compatible con dos monitores de hasta 4K.
La memoria RAM es otra de las restricciones que afectan a los usuarios Pro, contamos con 8Gb de serie, ampliables a 16Gb. Nuevamente las versiones Intel admitían 32Gb, dando ese extra necesario para edición de fotografía, edición musical o de video que los profesionales necesitan.
Si saltamos a hablar del rendimiento el chip M1 ha sorprendido a muchos gratamente. Con los modelos anteriores de acceso a gama resultaba complicado hacer una edición de video fluida, ahora con el chip M1 lo podemos hacer de forma entusiasta. Por ejemplo, al editar un video para el canal, aplicando ajustes HDR y balance de color no hemos tenido en ningún momento ninguna pérdida de fotografías ni tampoco hemos visto la rueda de carga. Sin embargo, hemos querido probar aplicaciones del estilo de Excel, donde al importar un CSV y querer hacer una tabla dinámica el tiempo de carga tras seleccionar una variable en filas y columnas ha sido excesivamente alto para, repito, un ordenador con coletilla Pro.
El chip M1 ha hecho que las aplicaciones tengan que ser migradas de arquitectura, en general las más comunes ya son compatibles de forma directa o a través de Rosetta, app nativa de MacOS que hace funcionar las apps que aún no han migrado. Sin embargo, seguimos sin poder instalar Windows fácilmente, con un funcionamiento muy cuestionable de la suite Office y en mis pruebas tampoco me han funcionado los juegos con Steam, a los pocos segundos de abrir una partida la app se cierra y resulta imposible jugar tranquilamente. Según he podido ya comentar en el podcast con compañeros de desarrollo de software, el M1 promete mucha potencia pero como todavía no es 100% compatible muchos profesionales están optando por continuar con los modelos de Intel e incluso con el salto, quien sabe si temporal o permanente, a Windows.
Apple ha lanzado al mercado un MacBook Air con procesador M1, del cual hemos conseguido diferenciar del Pro debido a que este trae un ventilador. Parece un componente auxiliar pero permite al Pro realizar tareas de más rendimiento durante más tiempo. Sin embargo, también vemos que se ha lanzado un iPad Pro con M1 y también un iMac con M1… me resulta complicado saber cuál sería el orden de potencia del catálogo de Apple, y más complicado todavía distinguir entre los productos enfocados a los usuarios y aquellos que están más enfocados a profesionales.
La autonomía es seguramente la mayor ventaja del chip M1, saltamos de un ordenador con unas 10 horas de batería a 20 horas, este incremento nos permite salir de casa sin cargador para la mayoría de usos. Únicamente si vamos a editar video, realizar edición musical o edición fotográfica tendremos que llevar el cargador por si acaso. En cuestión de potencia/autonomía se sitúa como una de las mejores opciones del mercado. La carga se realiza mediante cualquiera de los dos puertos USB-C gracias al cargador de 61W incluido.
El teclado implementa la última tecnología desarrollada por Apple, encontraremos teclas con mayor recorrido que en versiones de hace años, pese a esto y que yo prefiero un teclado más plano, el funcionamiento es excelente y tras las primeras horas de uso podremos alcanzar la velocidad de escritura habitual. Incluye el lector de huellas dactilares, que permite desbloquear el ordenador si lo teníamos suspendido o con la pantalla plegada, como realizar pagos con Apple Pay. A la izquierda de este lector encontramos la Touch Bar, quizás la diferencia visual más importante entre el Air y el Pro con M1. Personalmente no uso demasiado esta barra, y tras haber estado durante meses trabajando con un Air sin barra la verdad que tampoco me aporta demasiado en mi día a día… Quizás el atajo más útil que he visto últimamente ha sido en la app Teams, donde se coloca un botón directo para silenciar/activar el micrófono. Seguimos contando con tecla ESC física, lo cual a mi personalmente me gusta y espero que siga ahí para siempre.
En cuanto al sonido, contamos con altavoces a cada lado del teclado que permiten escuchar no solo un podcast sino también los podríamos usar para escuchar música mientras trabajamos o disfrutar de una película. También se han mejorado los micrófonos, no al nivel que se ha hecho en el iPad Pro, pero mejorando la calidad durante las video llamadas.
Quizás uno de los puntos negativos del modelo es la cámara, sigue teniendo una resolución de 720p, nos tendríamos que remontar varias generaciones de iPhone para encontrar una cámara tan pésima, muy justa en resolución para videollamadas y absolutamente incompatible con las resoluciones necesarias para creadores de contenido actuales. En un portátil que lleva la coletilla Pro es algo muy difícil de comprender.
En el momento de realizar el análisis lo encontraremos con un descuento del 11% en Amazon, con casi 160€ de promoción respecto al precio original de Apple.
- Lo que más me ha gustado es la autonomía y la calidad de la pantalla.
- Lo que menos me ha gustado es la compatibilidad actual con apps y juegos, sumado a la escasa diferencia frente el MacBook Air.
Los lanzamientos del iPad Pro, iMac, y el MacBook Air con procesador M1 dejan en una posición extraña al MacBook Pro. Debería de ser el ordenador con más rendimiento del catálogo de Apple pero al incluir el mismo procesador que el resto de productos la decisión de compra no es fácil y nos tendremos que hacer demasiadas preguntas, si queremos un ordenador fijo queda claro que elegiremos un iMac, que sobre el papel parece que rendirá más que un MacBook Pro. Si queremos una pantalla táctil, un iPad Pro, con claramente una mejor pantalla que el MacBook Pro. Y si buscamos un presupuesto más ajustado iremos a por el MacBook Air, que en esencia es un Pro sin Touch Bar y sin ventilador. Y sí, ese ventilador hace que podamos usar Photoshop o Final Cut durante más tiempo y con más efectos, pero no llega al nivel de potencia necesario que antes teníamos con un Intel i9…
Por lo tanto, ¿para qué pagar 320€ adicionales por un Pro? Mi opinión es que para la mayoría de usuarios no merece la pena, creo que el lanzamiento del nuevo iMac anticipa lo que iremos viendo durante este año, seguramente un Air rediseñado con acabado en colores y mismo chip M1, y un Pro con más puertos y un procesador “Pro”, y así poder volver a diferenciar entre un ordenador para tareas cotidianas y otro para profesionales del diseño, fotografía y video.