
Por qué no vendo mi Apple Watch

Cuando leí el post de mi compañero Gerardo sobre su intención de vender rápidamente su Apple Watch, mire a mi muñeca y dije, “ni de broma”.
En primer lugar os contaré que, aunque si soy un poco “fan girl” y, me gustan los gadgets, no soy para nada una persona deportista por lo que, casi la mitad del uso que se podría atribuir a tener este tipo de dispositivo no es el uso que yo hago. Sin embargo, hay otro tipo de opciones prácticas para nuestra vida cotidiana.
Quizá la mayor de mis pegas es la escasez de apps que están adaptadas para este dispositivo cuando, otros (de android, imitaciones, etc…) parecen tener más variedad de uso pero, para lo que yo lo necesito, me sirve.
Confieso que mi primera intención de compra fue totalmente por capricho, no era algo que necesitara y, no es un objeto precisamente barato pero, llegado el momento, me hice el regalo.
Elegí la versión Sport, el gris espacial porque ha sido este color el elegido para todos mis dispositivos de Apple (todos mis iPhone y mi iPad) y, mis mayores dudas fueron respecto al tamaño, sólo hay dos pero, (y no considero que se deba a una elección por género, es decir, pequeño chicas, grande chicos) a pesar de que me gustan los relojes grandes y, lógicamente el de 42mm supone acceder mejor a cualquier app, quería algo que fuera discreto y, que no estorbase y pudiera llevarlo todo el día.
Al principio mi compra tuvo algo de problemática como podéis leer en mi entrada sobre la alergia que me provocó la correa que proporciona Apple, (desde aquí mi agradecimiento al Soporte Técnico de la compañía por la resolución de este inconveniente) y, creo que eso propició que aún mis ganas de utilizarlo fueran mayores.
Puedo decir que es algo que utilizo todo el día y, sólo me quito para ducharme.
El tamaño hace que no me moleste en la muñeca y pueda utilizarlo para trabajar, ir a clase, dormir….(las aplicaciones que vigilan el sueño también funcionan).
Desde por la mañana la alarma ya me vibra para ponerme arriba y, un rápido vistazo a mis recordatorios y agenda hacen que vea rápidamente las tareas diarias.
A lo largo del día recibo todas las notificaciones y, tengo acceso prácticamente a todas mis redes sociales (Instagram, Twitter, Telegram, iMessage….y, el uso limitado de Whatsapp, tal y como venimos reclamando hace meses).
Limitar el uso de mi iPhone me permite ahorrar bastante batería.
El uso como manos libres y, la interactuación con Siri me resultan también muy útiles, aunque aun no tenemos muy claro de si su uso en el coche es legal o no pero, mientras estoy en casa, también lo utilizo, tanto con las llamadas convencionales como a través de llamadas de Face Time de audio.
Por las tardes voy a clase andando y, utilizo el Apple Watch para manejar los controles de la música que tengo en mi iPhone (también se puede incluir música en el Apple Watch para utilizarlo de manera independiente a nuestro teléfono.
Y, aunque comenté al principio que no realizaba ningún deporte en particular, si me interesa la opción de ver distancia recorrida, calorías consumidas y, la posibilidad de que te avise cuando llevas mucho tiempo sentado y, te anima a levantarte unos minutos.
En definitiva, cubre su uso todas mis franjas horarias y me permite no tener necesariamente encima todo el tiempo mi iPhone porque tiene independencia los metros suficientes.
Esperamos ahora las novedades que pueda incluir la versión 2 del Apple Watch, que se rumorea será algo más delgado pero, el actual no abulta más que un reloj, por lo que os recomiendo su compra.
¿Qué opináis? ¿Para qué lo usaríais?