La Comisión Europea (CE) ha acusado a Google de abuso de posición dominante por favorecer sus productos en las búsquedas en internet y anunció la apertura de una investigación antimonopolio contra su sistema operativo para móviles, Android.
La Comisión informó en un comunicado de que ha enviado un pliego de cargos con esas acusaciones formales a Google, más de cinco años después de haberle abierto una investigación.
Durante los últimos cinco años, los servicios jurídicos y los técnicos de la Comisión han analizado con detalle el funcionamiento de la empresa norteamericana, pero no habían acusado de nada formalmente. Y algo similar ha sucedido en EEUU y en Asia. Ahora, sin embargo, la decisión de la CE puede conllevar la obligación de cambiar su forma de administrar las búsquedas, así como a pagar sanciones multimillonarias.
El envío de un pliego de cargos supone que el Ejecutivo comunitario da un paso más hacia la imposición de una fuerte multa a Google, que podría llegar al 10% de su volumen de negocios. Además, Bruselas podría obligar a la compañía a hacer cambios estructurales en su buscador para poner fin al abuso de posición dominante. La cuota de mercado de Google supera el 90% en la mayor parte de países del espacio económico europeo.
A partir de ahora, la firma norteamericana dispone de 10 semanas para hacer alegaciones, preparar su defensa e incluso solicitar una audiencia formal para convencer a los comisarios de que no abusa de su poder ni discrimina campañas y servicios por interés propio.
La decisión de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager,corrige además la vía de actuación que había seguido su antecesor, el español Joaquín Almunia. Almunia abrió la primera investigación contra Google en 2010 e intentó hasta en tres ocasiones una solución negociada, eludiendo el envío de un pliego de cargos. Pero las concesiones ofrecidas por el gigante estadounidense fueron rechazadas por insuficientes por sus rivales y por países como Alemania o Francia.
«En el caso de Google, creo que la compañía podría haber dado una ventaja indebida a su propio servicio de comparación de precios, vulnerando las reglas antimonopolio de la UE», ha explicado Vestager. «Google tiene ahora la oportunidad de convencer a la Comisión de lo contrario. No obstante, si la investigación confirma nuestras preocupaciones, Google tendrá que hacer frente a las consecuencias legales y cambiar la manera en que hace negocios en Europa», ha resaltado.
Bruselas denuncia que Google reserva sistemáticamente un tratamiento favorable a su comparador de precios en sus páginas de resultados de búsquedas generales, por ejemplo mostrandoGoogle Shopping de forma más prominente en la pantalla. Así podría estar desviando artificialmente tráfico desde servicios de comparación de precios rivales y obstaculizando su capacidad de competir en el mercado, según el análisis de la Comisión.
El Ejecutivo comunitario cree que de esta forma los usuarios no ven necesariamente los resultados más relevantes en respuesta a sus búsquedas, lo que perjudica a los consumidores y frena la innovación. La opinión preliminar de Bruselas es que para corregir esta conducta, Google debería tratar su propio servicio de comparación de precios y el de sus rivales de la misma forma. A juicio de Vestager, las medidas correctivas ofrecidas por la compañía hasta ahora son insuficientes para resolver el problema.
Almunia había identificado un total de cuatro puntos de preocupación por lo que se refiere a la actuación de Google. El pliego de cargos enviado se refiere únicamente al primero de ellos y la Comisión ha aclarado que no descarta ampliarlo para cubrir otros servicios de búsqueda especializados. También continuará investigando los otros tres puntos: copia de contenidos web rivales, publicidad exclusiva y restricciones indebidas a los anunciantes.
Android, será investigado
La Comisión también ha abierto de manera separada una investigación formal antimonopolio sobre el comportamiento de Google en relación al sistema operativo para móvil Android. La investigación se centrará en determinar si Google ha celebrado acuerdos contrarios a la competencia o ha abusado de su posición dominante en el campo de los sistemas operativos, aplicaciones y servicios para dispositivos móviles inteligentes.
«También he iniciado una investigación antimonopolio formal para estudiar la conducta de Google en el sector de los sistemas operativos, aplicaciones y servicios de telefonía móvil. Los teléfonos inteligentes, las tabletas y demás dispositivos similares desempeñan un papel cada vez más importante en la vida cotidiana de muchas personas y deseo cerciorarme de que los mercados en este ámbito puedan desarrollarse sin restricciones anticompetitivas impuestas por cualquier empresa», ha explicado Vestager.
Desde 2005, Google ha liderado el desarrollo del sistema operativo móvil Android. Android es un sistema de código abierto, lo que significa que puede ser utilizado y desarrollado libremente por cualquiera.
La mayoría de los fabricantes de teléfonos inteligentes y tabletas utiliza el sistema operativo Android en combinación con una serie de aplicaciones y servicios propios de Google. Estos fabricantes acuerdan con Google el derecho a instalar aplicaciones de Google en sus dispositivos Android.
La investigación en profundidad de la Comisión se centrará en decidir si Google ha infringido las normas de competencia de la UE al dificultar el desarrollo y el acceso al mercado de sistemas, aplicaciones y servicios de telefonía móvil rivales, en detrimento de los consumidores y de los desarrolladores de servicios y productos innovadores.
No hay un plazo legal para completar las investigaciones sobre la conducta anticompetitiva. La duración de una investigación antimonopolio depende de una serie de factores, incluyendo la complejidad del caso, el grado en que la empresa en cuestión coopera con la Comisión y el ejercicio de los derechos de defensa.
Fuente: El Mundo