Apple, sin duda una de las compañías más atacadas, criticadas y envidiadas. Seguramente nos hayamos visto alguna una vez, sino involucrados, en medio de una  discusión enfocada a lo malo que es iOS, el iPad o iPhone y los Mac. La hermeticidad de su sistema operativo, los altos precios, conectores, compatibilidades y un aluvión de palabrería cae sobre nosotros al salir en defensa de, porque no decirlo, “nuestra marca». Y ahí vamos, a poner toda la carne en el asador para esta vez ser nosotros los que levantemos la voz.

No nos conformamos con cualquier dispositivo, lo cual conlleva un coste, a Apple se le ha atribuido ser cara, excesivamente cara. No se habla del precio de otros terminales móviles de gama alta, poniendo como ejemplo los tres smartphones más punteros del mercado a nuestro parecer, las cifras hablan por si solas. Llega el momento de nuestro querido y tan atacado sistema operativo, iOS. Ese desconocido y odiado por muchos, personas que elogian a un sistema operativo porque dicen que es de código abierto, personalizable, con una cantidad de prestaciones increíbles y hasta llegan a decir que más estable que iOS.

Vamos a ir por puntos señores, código abierto (open source). Gracias a Visión Mobile,  que realizó hace poco un estudio sobre la «apertura» de distintos sistemas operativos, pudimos ver que Android, ese sistema operativo que debe gran parte de sus triunfos a ser open source, no lo es tanto como nos lo hacen ver. De nuevo una imagen vale más que mil palabras.

Profundizando más en el campo de los sistemas operativos, hablaremos de seguridad y estabilidad. Según los últimos estudios de diferentes compañías dedicadas a la ciberseguridad y especializadas en dispositivos móviles, un 91,3% del código malicioso va dirigido y afecta directamente a terminales Android, con el peligro que ello conlleva.

Y si hablamos de estabilidad, tiene que salir a la palestra la tan famosa fragmentación. Muchos dirán que es culpa de que no hay dos terminales Android iguales, diferentes pantallas táctiles, tamaños, teclados físicos o no… Ser abiertos tiene sus problemas, pues sí, pero el verdadero problema es el de las actualizaciones. Android tiene un problema y un problema serio.

Samsung deja de dar soporte a terminales de poco más de un año y los excluye de futuras actualizaciones de software. Y no sólo eso, sino que en cada lanzamiento de una  nueva versión del sistema operativo, se pueden contar con los dedos de la mano los dispositivos que reciben dicha actualización y si tienes suerte, tendrás que esperar unos meses para poder hacer esa actualización tan deseada que ya lleva un tiempo razonable corriendo en los dispositivos elegidos por Google. Un sistema operativo que no ha sido diseñado para tu terminal, un sistema operativo que va a volver torpe y poco estable a tu flamante smartphone.

La personalización de Android es uno de los pilares a los que más se agarran sus usuarios. Pues bien, haced la prueba, pidiendo unos instantes a conocidos, compañeros o familiares, terminales Android para echarles un vistazo. Preguntad, que versión del sistema operativo corre por el terminal (si lo saben), haced un esquema mental y  podréis ver una cosa muy peculiar. Todos son prácticamente iguales. No hablaremos de rootear Android, porque deberíamos hablar también del jailbreak para iOS, con lo que conseguimos los mismos resultados.

El compromiso con los usuarios que tiene Apple, raramente se ve reflejado en otras compañías. La todo poderosa Sony por poner un ejemplo, ha visto como miles de sus usuarios ha reportado quejas de sus terminales Sony Xperia Z1 (650€), dichos terminales han presentado malformaciones en sus chasis, terminales que se doblan sin motivo aparente. Sony se ha intentado desvincular de este problema y los pocos usuarios que han recibido un terminal nuevo, no lo han tenido nada fácil. Apple, en cambio, sustituye  terminales a diario con problemas mucho más livianos, sin trabas ni burocracia alguna.

Una lucha encarnizada lleva años librándose, un todos contra uno que en cualquier otro caso sería injusto. Apple, nuestra marca, siempre nos tendrá a su lado. Porque sabemos lo que tenemos, queremos lo que nos merecemos y siempre lucharemos.