Tras tres meses de uso real, analizamos el nuevo MacBook Air con chip M4 de Apple. Te contamos qué ha cambiado, qué sigue igual y si este portátil es ya una alternativa real al modelo Pro.
Un diseño que repite, pero con un detalle distinto
El MacBook Air con chip M4 mantiene exactamente el mismo diseño que la generación anterior con M3. No hay cambios en las dimensiones, el peso ni en las líneas generales del chasis.
La novedad estética está en la incorporación de un nuevo color: azul cielo. Este tono sustituye al clásico gris espacial y le da un aire diferente. No es un azul intenso, sino más bien sutil, y cambia bastante según la luz. Además, el cable de carga MagSafe viene a juego en ese mismo color azul cielo, un detalle estético muy cuidado.
En cuanto a conectividad, seguimos con lo justo: dos puertos USB-C situados en el lado izquierdo, compatibles con carga, pantallas externas y discos duros. También se mantiene el puerto MagSafe, que evita que el portátil se caiga al suelo si se tira del cable por accidente. En el lado derecho, encontramos el clásico jack de audio de 3,5 mm.
Lo que sigue sin mejorar es la falta de otros puertos: no hay HDMI ni ranura para tarjetas SD, lo que obliga a usar un hub si necesitas más conexiones.
Una pantalla excelente, pero no Pro
La pantalla es de 13 pulgadas, con una excelente resolución, colores vibrantes y una nitidez más que notable. Es perfecta para trabajar con documentos, ver series o tener varias aplicaciones abiertas en pantalla dividida.
Sin embargo, si la comparas con la gama Pro —tanto de los MacBook como del iPad— notarás las diferencias. La tasa de refresco sigue siendo inferior, lo que hace que los desplazamientos y animaciones no sean tan fluidos. Además, Apple sigue reservando la tecnología Mini LED para los modelos superiores, lo que significa que este Air no alcanza los mismos niveles de contraste y brillo.
Un teclado que sigue siendo excelente
Aquí no hay novedades, y en este caso, eso es algo positivo. El teclado se mantiene sin cambios respecto a generaciones anteriores. La experiencia al teclear sigue siendo excelente, con un recorrido cómodo y una respuesta precisa.
En la esquina superior derecha está el botón de encendido con Touch ID integrado, que sigue funcionando de forma rápida y fiable, tanto para desbloquear el Mac como para hacer pagos con Apple Pay.
El M4 lo cambia todo (o casi todo)
La gran novedad de este MacBook Air es la incorporación del chip M4, el mismo que Apple presentó el año pasado para los modelos Pro.
Gracias a este procesador, el Air es ahora capaz de manejar tareas que antes estaban reservadas al modelo Pro: edición de vídeo en Final Cut, retoque fotográfico en Lightroom o incluso trabajos de producción musical.
Eso sí, conviene aclarar que no es exactamente el mismo M4 que encontramos en el Mac Mini o el MacBook Pro. La principal diferencia está en la refrigeración: el Air no tiene ventiladores, por lo que su rendimiento se ve limitado en tareas exigentes durante periodos prolongados.
Una gran noticia es que ahora viene con 16 GB de RAM de serie, una mejora clave respecto a generaciones anteriores.
Y, por primera vez en un MacBook Air, es posible conectar dos pantallas externas. Esto marca un antes y un después para quienes trabajan con monitores múltiples.
Más autonomía, pero sin cargador potente
La batería ha aumentado su capacidad en un 2%, lo que puede parecer poco, pero se traduce en varias horas extra de autonomía en el uso real.
Apple promete hasta 18 horas de batería, y en condiciones normales, es fácil llegar al final del día sin tener que cargarlo.
Eso sí, si quieres aprovechar la carga rápida necesitarás un adaptador de 70W… que no viene incluido en la caja.
Por comodidad, lo ideal sigue siendo cargarlo a través del puerto MagSafe, dejando así los dos puertos USB-C libres para conectar otros accesorios.
Misma cámara, mejor resultado
La resolución de la cámara frontal sigue estancada en 1080p, algo que no sorprende, pero Apple parece haber mejorado la nitidez general. El resultado es una imagen algo más definida, útil sobre todo para videollamadas o clases online. No hay grandes saltos, pero sí un pequeño avance con algunas funciones fancy.
Un precio que empieza bien equipado
El MacBook Air M4 parte desde los 1.199€ en su versión base, que incluye 256 GB de almacenamiento.
Si no trabajas con edición de vídeo o fotografía, esta configuración será más que suficiente.
En generaciones anteriores, siempre recomendábamos ampliar la RAM o el almacenamiento, pero este año el modelo base está mucho mejor equipado y resulta más equilibrado.
- Lo que más nos ha gustado es que, por fin, el modelo base será el indicado para la mayoría de usuarios.
- Lo que menos, sin duda, es la escasez de puertos.
Resumen tras dos meses con el MacBook Air M4
Puede parecer una renovación menor, pero el nuevo MacBook Air M4 incorpora tres mejoras clave:
- Un procesador casi al nivel de los modelos Pro base y del Mac Mini, aunque limitado por la falta de ventiladores.
- Una cámara con mayor nitidez y nuevas funciones.
- Y, por primera vez, compatibilidad con dos pantallas externas.
Todo esto convierte al Air en un portátil aún más completo. Para muchos usuarios, ya no será necesario dar el salto a un MacBook Pro, porque este Air lo tiene casi todo.