Más allá de las novedades virales como la traducción simultánea o el nuevo sensor de ritmo cardiaco, los AirPods Pro 3 traen mejoras reales en autonomía, calidad de sonido y cancelación de ruido. Hoy te quiero contar, tras semanas de uso, lo mejor y lo peor de estos nuevos auriculares de Apple.
AirPods Pro 3: las ventajas que sí notarás en el día a día
Empezamos hablando de las ventajas de los AirPods Pro 3, porque hay mejoras interesantes, especialmente si ya estás dentro del ecosistema Apple.
- Integración con el ecosistema Apple: La integración sigue siendo una de las grandes bazas. Una vez los usas con un dispositivo con iCloud, los podrás usar en el resto de tus dispositivos Apple de forma automática. Se conectan al dispositivo más cercano sin tener que hacer nada, y el cambio entre ellos es casi mágico. Además, las opciones y la configuración se integran perfectamente con tu Mac, iPad o iPhone y Apple Watch, incluso con el widget de batería.
- Cancelación de sonido: Apple ha mejorado la cancelación de sonido con un nuevo algoritmo de inteligencia artificial. Los sonidos más estridentes o molestos se filtran mejor. Aun así, sigo echando de menos poder ajustar los niveles de cancelación manualmente.
- Calidad de sonido: La calidad de sonido da un paso adelante, sobre todo en los graves. En mi opinión, en los AirPods Pro 2 el sonido estaba más equilibrado, mientras que en los Pro 3 los graves están algo más marcados. Pero en general, ofrecen una experiencia excelente para escuchar música, ver películas o incluso seguir un partido de fútbol desde el iPhone.
- Autonomía: Apple asegura que los Pro 3 ofrecen más horas de autonomía, y en este caso sí que es una mejora objetiva. Más batería siempre es bienvenido, sobre todo en jornadas largas de trabajo o viajes.
AirPods Pro 3: los puntos débiles que deberías conocer antes de comprarlos
Pasamos a las desventajas, porque no todo son mejoras. Y aquí entran en juego el ajuste, el nuevo sensor y la función de traducción.
- Ajuste: En mi caso, el ajuste no es tan cómodo como en los AirPods Pro 2. Apple dice que ahora se adaptan mejor a oídos pequeños, pero con las almohadillas incluidas noto que no se mantienen igual de firmes. Si me muevo, los auriculares se desplazan y tengo que reajustarlos continuamente, y según leo es una de las quejas más frecuentes.
- Sensor de ritmo cardiaco: Si tienes un Apple Watch, esta función te resultará poco útil. El reloj siempre prioriza su propio sensor frente al de los auriculares, así que si haces deporte con el Apple Watch, el sensor de los AirPods apenas tendrá sentido.
- Traducción simultánea: La función de traducción aún no está disponible de forma global, y las opiniones que he visto indican que tiene mucho margen de mejora. En la práctica, es más una función experimental que algo realmente útil hoy por hoy.
AirPods Pro 3 tras un mes de uso: ¿merece la pena cambiar desde los Pro 2?
Después de casi un mes de uso, he llegado a una conclusión bastante clara. Si ya tienes los AirPods Pro 2, el salto a los Airpods Pro 3 no es tan evidente. La autonomía mejora, sí, pero la comodidad es peor. Los Airpods Pro 2 no se me caen, los Pro 3 se desajustan con facilidad y eso perjudica mi experiencia.
La traducción simultánea no está disponible en mi país, y el sensor de ritmo cardiaco no aporta nada si ya tienes Apple Watch. Así que, en mi caso, prefiero la comodidad de los Pro 2 frente a la ligera mejora de autonomía de los Pro 3.