Apple no te cuenta toda la verdad sobre su Apple Watch y sus capacidades deportivas, sabemos que es genial para correr y montar en bici pero la sorpresa llega cuando empiezas a practicar otros deportes y te percatas de la realidad. Hoy precisamente quiero hablarte de esta realidad al esquiar.

La semana de esquí en Andorra ha llevado a mi Apple Watch al límite, he extraído conclusiones negativas y otras muy positivas que os iré contando en próximos videos. El primer día de esquí he confiado en la app nativa de Entrenamientos del reloj de Apple. 

Como ya sabéis, simplemente tenemos que abrir la app Entrenamientos y empezaremos a ver la enorme variedad de deportes que hay disponibles. Incluso en la categoría de nieve podemos encontrar varias disciplinas. Nos ponemos abrigo, botas, casco, pisamos esquís y empezamos entrenamiento en esquí. 

La primera advertencia que nos hace el reloj es que si los sensores no son capaces de mediar se usará el equivalente de caminar deprisa… es un mensaje que a priori nos da igual pero tiene mucha más importancia de la que piensas.

El entusiasmo de empezar a esquiar nos gana y pulsamos el botón de continuar. Tras la jornada de esquí, miramos al reloj y vemos que sigue midiendo cada subida y bajada, todo perfecto a priori, detenemos el entrenamiento y llegan las primeras sorpresas.

La idea de utilizar un reloj como el Ultra 2 para esquiar es que nos pueda dar información básica de por dónde hemos ido, ahí lógicamente necesitar usar el GPS para la actividad. Pues bien, o mal, el Apple Watch no hace uso de la función GPS en modo esquí. He investigado en opciones y ajustes y no existe la opción para activar el GPS. Como resultado, el reloj nos ha medido que hemos estado 4 horas practicando esquí, y que hemos consumido unas 2.000 calorías. Estos datos son falsos, nos estará midiendo un esfuerzo intenso mientras bajamos, pero también nos está midiendo un cierto esfuerzo al subir. Y teniendo en cuenta que en Andorra se salvan desniveles importantes los datos que ha obtenido el reloj no sirven para nada. Olvídate de saber cuál ha sido la velocidad máxima del día, el número de veces que has bajado tu pista favorita, cuál ha sido el momento que has bajado más rápido… incluso la posibilidad de ver el recorrido que has hecho durante el día… a mi me encanta ver esta info por la tarde mientras me tomo una cerveza… vicios que tiene uno!

En cuanto al consumo de batería, para las cuatro horas ha consumido un 20% de batería, recordar que no he podido usar GPS. 

Esa misma tarde estaba tan indignado con Apple y su software que empecé a buscar apps de esquí en la tienda. Y aquí vienen las buenas noticias. Hay muchas apps y de una calidad increíble. Ski Tracks y Slopes han sido las primeras apps, pero no ha sido la app que me ha enamorado, la app que debes instalar si vas a esquiar es Ski Tracker, me ha gustado tanto que hablaré de ella en un vídeo dedicado que ya estoy perfilando.

Lo que esta semana en Andorra me ha enseñado es que el Apple Watch Ultra 2 es capaz de medir tus entrenamientos de esquí con una calidad genial, pero Apple no facilita que lo hagas y tendrás que comprar una aplicación para que realmente tenga sentido llevar un Apple Watch a la nieve.