Apple facturó 16.800 millones durante el primer trimestre del año, un 71% más comparado con el mismo periodo en 2014. Este crecimiento consolidó a la Gran China —que incluye Hong Kong, Macao y Taiwán— como el segundo mercado de Apple, solamente por detrás de Estados Unidos y superando por primera vez a Europa, con un 29% del total de ventas mundiales.

La presentación del iPhone 5C, la versión de bajo coste de su terminal más famoso, no convenció al mercado chino, que en este nicho apuesta por alternativas locales. El éxito ha llegado gracias a sus últimos modelos de smartphones, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, productos de alta gama con los que la compañía se embolsa unos márgenes de hasta el 30%. El éxito de estos terminales, según los analistas, radica en el tamaño de la pantalla: “Los fans de la firma en China llevan años esperando los teléfonos de pantalla grande y ahora los están adquiriendo a un ritmo frenético”, aseguró en una nota la compañía de investigación Strategy Analytics.

Uno de los vendedores de la tienda de Pekín confirma la tesis: “son, sin duda, los productos que más nos piden”. En doce meses, la cuota de mercado en ventas de smartphones de la empresa estadounidense en China ha pasado de un endémico 8% al 12,3%. Y las previsiones es que siga subiendo. “Nunca he visto tanto crecimiento de la clase media como en China, y allí es donde se van la mayor parte de nuestras ventas”, aseguró recientemente el consejero delegado de Apple, Tim Cook. Con 557 millones de usuarios de teléfonos inteligentes y un crecimiento que ronda el 10% anual, China podría convertirse próximamente en el primer mercado mundial de Apple.

A pesar del fuerte crecimiento, Apple no es la marca líder en venta de teléfonos. En lo más alto del podio se encuentra la compañía local Xiaomi, una auténtica revelación que ha conquistado el mercado chino en solamente cinco años con precios imbatibles y unas prestaciones equiparables a las que ofrecen sus competidores. Su terminal estrella, el Hongmi, puede adquirirse a partir de 599 yuanes (86 euros), aproximadamente una décima parte de lo que cuesta la versión más barata del iPhone 6. Durante los tres primeros meses del año, Xiaomi vendió 14,2 millones de teléfonos.

Samsung, que llevaba liderando las ventas de terminales en China desde finales de 2011, ha sido el gran perjudicado del auge de Xiaomi y Apple. El éxito de ambas marcas es indicativo de la progresiva bipolarización del mercado chino entre los que buscan un precio competitivo, que se quedan con la primera opción, y los que dan importancia a la calidad, que escogen la segunda.

Fuente: El Pais